Oraciones

A Jesucristo y al Sagrado Corazón

Acto de Consagración al Sagrado Corazón de Jesus I

Jesús dulcísimo, Redentor del género humano, míranos postrados humildemente ante tu altar. Tuyos somos y tuyos queremos ser y para unirnos más íntimamente a Ti, hoy nuestro corazón se consagra espontáneamente a tu sacratísimo Corazón.

Muchos jamás te han conocido. Muchos despreciando tus mandamientos, te han repudiado. Apiádate benignamente de los unos y de los otros y atráelos a todos a tu Santo Corazón.

Seas Rey, Señor, no sólo de los fieles que jamás se han apartado de Ti, sino también de los hijos pródigos que te han abandonado: haz que vuelvan pronto a la Casa Paterna para que no perezcan de miseria y de hambre.

Seas Rey de aquéllos a quienes tienen engañados las opiniones erróneas o separados el cisma y tórnalos al puerto de la verdad y a la unidad de la fe, para que presto haya un solo rebaño y un solo Pastor.

Seas rey, en fin, de los que viven en la antigua superstición gentílica y no rehuses trasladarlos de las tinieblas a la luz y Reino de Dios.

Concede a la todas las naciones la tranquilidad y el orden. Haz que del uno al otro polo de la Tierra resuene una sola voz: alabanza sea a tu Divino Corazón, por quien se nos ha alcanzado la salud; a El gloria y honra por los siglos de los siglos. Amén.

Acto de Consagración al Sagrado Corazón de Jesus II

Rendido a vuestros pies, oh Jesús mío, considerando las inefables muestras de amor que me habéis dado y las sublimes lecciones que me enseña de continuo tu adorabilísimo Corazón, os pido humildemente la gracia de conoceros, amaros y serviros como fiel discípulo vuestro, para hacerme digno de las mercedes y bendiciones que generoso concedéis a los que de veras os conocen, aman y sirven.

Mirad que soy muy pobre, dulcísimo Jesús, y necesito de Vos como el pobre de la limosna que el rico le ha de dar. Mirad que soy muy rudo, oh soberano Maestro, y necesito de vuestras divinas enseñanzas, para luz y guía de mi ignorancia. Mirad que soy muy débil, oh poderosísimo amparo de los flacos, y caigo a cada paso y necesito apoyarme en Vos para no desfallecer.

Sedlo todo para mí, Sagrado Corazón: socorro de mi miseria, lumbre de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis males, auxilio en toda necesidad.

De Vos lo espera todo mi pobre corazón. Vos lo alentasteis y convidasteis, cuando con tan tiernos acentos dijisteis repetidas veces en vuestro Evangelio ”Venid a Mí, aprended de Mí; pedid, llamad”. A las puertas de vuestro Corazón vengo pues hoy, y llamo y pido y espero.

Del mío os hago hoy firme, formal y decidida entrega; tomadlo Vos, y dadme en cambio lo que sabéis me ha de hacer bueno en la tierra y dichoso en la eternidad. Amén.

Oración a la Sagrada Familia

Jesús, María y José: ustedes formaron la Sagrada Familia, según disposición del Altísimo.
María, Tú dijiste sí a la petición de Dios manifestada por el Arcángel Gabriel.
Jesús, Tú dijiste sí al Padre y naciste de María como hombre, aceptando ser uno de nosotros en todo menos en el pecado.
José, elegido por Dios para ser el padre en la tierra de su Hijo, Dios hecho Hombre.

Juntos formaron para las familias de todos los tiempos, la familia ejemplo vivo de lo que debe ser la unión familiar.
Hoy nos acercamos en nuestra oración pidiendo la intercesión de esta Familia Sagrada a fin de alcanzar para las familias de hoy la protección divina.
Que se mantengan unidas.
Que vivan en la fe y el amor.
Que sea vínculo de ese amor, la oración fiel y piadosa.
Que el mundo no las envuelva en sus tentaciones. De ellas, defiéndalas, lo pedimos humildemente.
Amén.

Al señor Jesus

Señor Jesús:
Perdona mis pecados.
Te amo mucho, te necesito siempre, estás presente en lo profundo de mi corazón.
Cubre con tu preciosa Sangre:
Mi casa,
Mi hogar,
Mi familia,
Mi trabajo,
Mis ingresos económicos,
Mis proyectos,
Mis amigos.
Amén.

Si miramos a Cristo en la cruz...

Si miramos a Cristo en la Cruz,
vemos sus brazos abiertos en un abrazo a los hombres de todos los tiempos.

Si miramos a Cristo en la Cruz,
vemos su sufrimiento infinito causado por nuestros pecados.
Si miramos a Cristo en la Cruz,
vemos el perdón generoso que desde allí regaló a la humanidad.
Si miramos a Cristo en la Cruz,
vemos el amor sin límites que redime y salva.
Gracias Jesús, que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Ayudando a Jesus

Cristo nuestro Señor, permite que te ayude a llevar tu Cruz:
Que te ayude, con el dolor físico de mi enfermedad.
Que te ayude, con el dolor del alma en mi aflicción.
Que te ayude, con la melancolía de mi soledad.
Ayudarte con la frustración de mis ilusiones,
con el fracaso de mis proyectos de vida.
Ayudarte con el desaliento de la incomprensión,
ayudarte con la pena que me produce verte olvidado,
saberte ignorado por tantos de los queridos por Ti.
Permite que te ayude en la contemplación:
de tu silencio al entregarte,
cuando implorabas al Padre el perdón para quienes te crucificaban,
cuando morías para redimirnos.
Quiero ayudarte cuando, en mirada rápida sobre este mundo, veo horror y violencia, odio y venganza;
veo la ignominia de los hombres, la destrucción de la familia, las leyes que autorizan la muerte de un inocente.
Ayudarte en silencio cuando en mi corazón brota una plegaria,
que plena de amor, te dice: gracias, Señor

Oración por la patria al Sagrado Corazón

Oh Sagrado Corazón escucha benignamente a este pueblo que acude a Ti. Por nuestros pecados y por la indiferencia de tantos hermanos nuestros que faltos de fe, viven alejados de Ti, suplicamos tu perdón, el perdón que junto con tu preciosa Sangre derramaste desde la Cruz y pedimos la luz con que ilumina a las almas el Espíritu de Amor.

No recurrimos, Señor, a tu justicia sino que imploramos tu misericordia. Piedad para nuestra querida patria: protégela de todos los peligros y los males de cualquier índole con que pueda amenazarla el poder de las tinieblas, oculto bajo las distintas apariencias con que hoy ataca a los pueblos y naciones del mundo. Defiéndenos como cosa tuya, Señor, porque tuyos somos y de Ti todo lo esperamos; en tus manos ponemos nuestro presente y nuestro futuro y, a modo de sencilla ofrenda, depositamos en tu Corazón las oraciones y sacrificios, las angustias y limitaciones, así como también las alegrías y esperanzas de nuestro vivir cotidiano.

Te lo ofrecemos todo, Sagrado Corazón, por intercesión de la Santísima Virgen, Madre tuya y nuestra, con la esperanza de que Ella ruegue por nosotros a fin de alcanzar para la patria uruguaya, su Iglesia, sus gobernantes, sus familias, las gracias y bendiciones que humildemente pedimos, junto con tu permanente auxilio.
Amén.

Oración al Sagrado Corazón

Postrado a vuestros pies humildemente vengo a pediros, dulce Jesús mío, poder repetir constantemente
Sagrado Corazón, en Vos confío.
Si la confianza es prueba de ternura, esta prueba de amor daros ansío, aún cuando esté sumido en la amargura,
Sagrado Corazón, en Vos confío.
En las horas más tristes de la vida cundo todos me dejen ¡oh Dios mío! Y el alma esté por penas combatida,
Sagrado Corazón, en Vos confío.
Aunque sienta huir la confianza y os obligue a mirarme con desvío, no será confundida mi esperanza,
Sagrado Corazón, en Vos confío.
Si en el bautismo que hermoseara el alma yo os prometí ser vuestro, y Vos ser mío, clamaré siempre en tempestad o en calma,
Sagrado Corazón, en Vos confío.
Yo siento una confianza de tal suerte, que sin ningún temor, Dios mío, espero repetir hasta la muerte,
Sagrado Corazón, en Vos confío.

Cumplir por amor a Jesús

Oh, Señor, guárdame en la fe, la esperanza y la caridad.
Que mi fe sea firme,
Mi esperanza inquebrantable,
Y mi caridad sea ardiente.
Que mi alma siga las inspiraciones divinas que Tú me regalas.
Que mi camino no se desvíe del marcado por la Divina Providencia.
Que por mi fe conozca, que es el mejor camino,
ya que Dios es Padre y me ama con amor infinito.
Que por mi esperanza lo viva con alegría.
Que por amor, lo siga según las enseñanzas de la vida y muerte de Cristo Jesús.
Amén

Testigos de Jesús

Santísima Virgen María, hoy la Iglesia –todos nosotros los bautizados- tiene la enorme responsabilidad de ser testigo del amor de tu Hijo en el mundo. Tarea nada fácil, que nos exige a cada uno el ejercicio de muchas virtudes morales y cristianas. Paciencia, comprensión, honestidad en las palabras y las obras, bondad de sentimientos....... y mucho amor dentro de nosotros para poder irradiarlo a nuestro alrededor.

Dar testimonio del amor de Jesús, es algo grande que producirá gran bienestar en lo personal, en la familia, en la sociedad. Y todos, donde quiera que vivamos, en cualquiera de los Continentes sobre la tierra, estamos llamados a esta noble misión.

Reina de la Paz, ven en nuestra ayuda y bendícenos: Tú, la Madre de Dios, de la Iglesia y de los hombres.
Amén.

Gracias Señor, por la Eucaristía

Gracias Señor, porque en la última cena partiste tu pan en infinitos trozos y repartiste tu vino, para saciar nuestra hambre y nuestra sed.

Gracias Señor, porque en el pan y el vino nos entregas tu vida y nos llenas de tu presencia.

Gracias Señor, porque nos amaste hasta el final, hasta el extremo que se puede amar, al morir por nosotros, al dar tu vida por nosotros.

Gracias Señor, porque quisiste celebrar tu entrega en torno a una mesa con tus amigos, para que fuesen una comunidad de amor.

Gracias Señor, porque en la Eucaristía nos haces uno contigo, nos unes a tu vida, en la medida que estemos dispuestos a unir la nuestra a la tuya.

Gracias Señor, porque todos los días pueden ser una preparación para celebrar y compartir la Eucaristía.

Gracias Señor, porque todos los días puedo volver a empezar y continuar mi camino de transformación en Ti.

Gracias por tu amor Señor

Gracias, Señor, por tu gran amor; gracias por la existencia y el regalo de tu Corazón.

Gracias por el amor tan ampliamente difundido durante tu vida terrenal; gracias por el heroísmo de ofrecerte en sacrificio por nuestra felicidad.

Gracias por el amor abundantemente prodigado en nuestra vida actual, por todas las gracias con que nos favoreces.

Gracias por el esfuerzo ininterrumpido de hacer penetrar en nosotros tu vida divina.

Gracias por todas las maravillas de tu acción transformadora en nuestra alma.

Gracias por la fidelidad de tu amor, que nuestras infidelidades no lograron desanimar y que nuestros desvaríos no han hecho más que reavivar.
Gracias, Señor.

Oración al Sagrado Corazón entornizado

Corazón de Jesús te pedimos:
Que tu imagen entronizada santifique nuestros hogares y así la familia
cristiana pueda construir una sociedad nueva donde Tú reines.
Que bajo tu mirada amorosa y paternal, la familia sepa convivir en paz y alegría, en la esperanza.
Que la familia sea unida y fuerte, capaz de vivir los valores de tus enseñanzas evangélicas, en medio de un mundo complejo y difícil, que se rige más por antivalores que por valores.
Que la familia vuelva a la costumbre de reunirse para rezar juntos los unos por los otros, manteniendo así una unión espiritual más firme, que sea vínculo de amor y ayuda mutua.
Que tu santa presencia en los hogares, los defienda de los males que los acechan y no penetren por su puerta, bien defendida por Ti, Sagrado Corazón de Jesús.
Amén.